HISTORIA DE LAS AGUJAS
Desde luego, junto con el desarrollo de la hilandería, la aguja comenzó a convertirse en el elemento más útil del mundo para hacer vestidos. La aguja se utiliza desde hace más de 20 mil años. En la Prehistoria se hacían de madera, roca o hueso y, más tarde, comenzaron a hacerse de hierro o de metal.
Se cree que los chinos fueron los primeros en utilizar agujas de acero, y que los árabes se encargaron de llevarla a Europa. Ya en 1730 había importantes fabricantes de agujas en Nuremberg (Alemania), En estos tiempos la aguja para coser telas no tenia ojo, sino un ganchillo para atar el hilo. Para dotarla de un ojo fue necesaria la realización de una serie de desarrollos posteriores. Concretamente, el ojo de la aguja es un invento que data de 1825.
El tejido de punto o tricot se realiza con un par de agujas, de las cuales, una sostiene el trabajo acabado y la otra sirve para hacer los puntos. Cuando se completan los puntos, se intercambian las agujas y se continúa con una nueva vuelta (carrera).
Las agujas de tejer, son varillas (de madera, metal o plástico) con una punta afilada y la otra con una forma de bolita o cabeza de clavo, que sirve para que no se escape el punto.
El material con el que actualmente se fabrican las agujas es importante porque permite que el hilado se sujete o suelte mejor, dependiendo de las características del tejido de punto que se quieras hacer.
El tejido a crochet se realiza con una sola aguja o ganchillo, que se sostiene con la mano derecha (o izquierda si uno es zurdo), entre el pulgar y el índice, apoyando el pulgar sobre la parte plana del ganchillo. El hilo, pasando sobre el índice de la mano izquierda, se sostiene con el dedo medio, el anular y el meñique doblados hacia la palma de la mano.
Para formar el primer punto, sostener el extremo del hilo entre el pulgar y el índice de la mano izquierda, cerrando entre los otros dedos y la palma, y formar una especie de nudo corredizo. Introducir el ganchillo de delante hacia atrás. Una vez formado el primer punto, manteniendo el ganchillo horizontalmente, enganchar el hilo que sostiene la mano izquierda al ganchillo (esto se llama “echar hebra sobre el ganchillo”),y retirarlo a través del anillo sobre el ganchillo, sacando un nuevo anillo. Una vez terminado el último punto de la labor, estirar el anillo que queda sobre el ganchillo y cortarlo. Terminar el hilo restante, pasándolo entre los puntos hasta su desaparición.
Los ganchillos se comercializan de diferentes medidas y materiales. Los más empleados son los de acero, sobre todo para labores con hilo fino de algodón y perlé. Los de aluminio son adecuados para hilos más gruesos y los de plástico para hilos de lana de grosor medio. Existen también ganchillos artesanales, la mayoría tallados en madera y algunos decorados con piedras semipreciosas o abalorios.
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